lunes, 17 de enero de 2011

¿IMPLOSIÓN DE SUELDOS EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA?


Hay angustia en los despachos oficiales y es válida. Se teme que la "Ley de Emolumentos, Pensiones y Jubilaciones para Altos Funcionarios" afecte a todos porque se mal interprete o peor aplique. La pregunta es: ¿cómo se manejarán las escalas salariales si baja el sueldo de los "altos cargos"? ¿Implicará en la práctica una reducción general de sueldos y beneficios para todo servidor público? ¿ O una congelación de ingresos, o ambas cosas? La intención de esta Ley la pienso otra: se trata de reducir ingresos insolentes en algunos cargos públicos, que no es el caso de todos. Sin embargo a esta fecha no adelanto nada porque no tengo información certera; pero de ocurrir lo que se rumorea habrá una implosión salarial que afectará sin remedio la moral institucional. ¡Cuidado con eso, ciudadano Presidente, Ministros y asesores! No hay necesidad de hacerlo y sería una atrocidad peor que la que ocurrió en menguada hora con el cálculo de las prestaciones sociales, siendo ministro Petkoff. Pero aquello fue un pasivo laboral que estaba en Caja -el más alto pasivo político del ex líder socialista- ésto trata del ingreso inmediato, de la quincena que cada cual suda a torrentes durante siete u ocho horas diarias. ¡Eso sí dolería, amigos! ¡Y dolería también que se perdieran aquellos beneficios que cuadran las cuentas al final de un semestre o de un año. Errados están quienes creen que Socialismo es igualar hacia abajo. Ese fue el que fracasó el siglo pasado. El del "Siglo XXI" es otro. ¡Mucho cuidado! Así como no cuadrarán las cuentas de la gente, tampoco cuadrarán las cifras electorales cuando se requieran. Los bolsillos tienen su corazoncito, créanme, y cuando están vacíos o llenos de agujeros, se sienten desolados y empiezan a cantar las rancheras de la ira. También tienen memoria.



4 comentarios:

UCV DERECHO PENAL I AÑO LECTIVO 2010-2011 PROF. ALEGRÍA BELILTY dijo...

Estimado Doctor Guevara:
Muy acertado su artículo. Es evidente que existe entre todos los trabajadores públicos una profunda preocupación, porque esta ley coloca topes a los cargos gerenciales de la Administración Pública, que solo se verán beneficiados en el futuro por aumentos generales de sueldo y de allí, que se mueva la escala al resto de trabajadores. En la mayoría de los Organismos, se viene desvirtuando la escala de sueldos y salarios del personal empleado y obrero: de los decretos de aumento de los últimos tres años, todos han incidido únicamente en el sueldo mínimo. Así tenemos que un profesional recién graduado que ingresa a un Ministerio, su remuneración casi raya en el sueldo mínimo, equiparándose al de un obrero o de cargos administrativos. Todo indica que vamos vía a la implementación de “sueldos planos”, tal como en Cuba. De fuente fidedigna, de personas que han defendido el proceso socialista en ese país y que siguen apoyándolo, allá los sueldos oscilan entre 100 pesos y 400 pesos cubanos. Por supuesto, los que ganan más, son los profesionales con altas calificaciones académicas. Más, con esos sueldos, no pueden subsistir y cubrir sus necesidades básicas, apenas para pagar los alimentos que adquieren a través de las boletas que les entrega el gobierno.
Pudiera justificarse lo anterior, porque lamentablemente, Cuba no posee mayores ingresos: tiene una economía totalmente controlada por el Estado y las divisas que ingresan son producto en su mayoría del turismo, algunas exportaciones y las remesas que envían los cubanos exiliados a sus familiares. De hecho, ya Raúl Castro anunció (y procedió) a un cambio de la economía, cortando puestos de trabajo gubernamentales y abriendo la posibilidad de la iniciativa de una economía privada por parte de los trabajadores despedidos.

UCV DERECHO PENAL I AÑO LECTIVO 2010-2011 PROF. ALEGRÍA BELILTY dijo...

Todos los gobiernos tienen sus errores y sus aciertos. Por eso la historia nos sirve de marco referencial, para tratar de minimizar aquellas fallas que hubo en el pasado. El descontento de los trabajadores en toda la administración pública es palpable: el sueldo ya no alcanza para los gastos básicos. La inflación, exacerbada ahora con la devaluación, se ha “tragado” el poder adquisitivo de los venezolanos. Y esto, comienza a pegar en “el estomago” de la población y como consecuencia, en la manera de ver al proceso socialista que quiere implantar el Presidente. Seguramente, esto dará paso a un crecimiento de la corrupción a niveles bajos y medios de la plantilla de funcionarios públicos, cifra ya de por sí bastante abultada, pero hasta los momentos, por hechos cometidos por altos funcionarios.
Jamás he podido entender, como alguien con un ingreso medio, siendo un trabajador público, puede amasar en muy poco tiempo, una gran fortuna, convirtiéndose en portentoso empresario e inversionista. Desde hace muchísimo tiempo, existen leyes anticorrupción, pero que jamás se han aplicado: se corre el riesgo de pisar la cola de algún político pesado. Pero los números no mienten y cuando alguien que vive en un modesto apartamento del Oeste de Caracas, con un sueldo fijo, sin herencia ni hechos fortuitos, con carga familiar, repentinamente se muda hacia ostentosas urbanizaciones al Este, pagando de contado, adquiriendo vehículos automotores lujosos y de agencia, la cosa comienza a “oler mal”. Eso no se menciona: todos callan. Como suele decirse en el argot popular: “Prosperó”.

UCV DERECHO PENAL I AÑO LECTIVO 2010-2011 PROF. ALEGRÍA BELILTY dijo...
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UCV DERECHO PENAL I AÑO LECTIVO 2010-2011 PROF. ALEGRÍA BELILTY dijo...

Con los enormes ingresos financieros con los que cuenta Venezuela, producto de la renta petrolera, es muy peligroso llevar a la población a los senderos de la miseria. “Juan Bimba” pudiera levantarse de su lecho de paja y sublevarse ante las injusticias. ¿Por qué colocar a nuestro País en una situación como la de la Francia antes de la Revolución de 1789? Al menos, en esa época las arcas del gobierno francés estaban vacías, pero el pueblo en su miseria no perdonó la vida ostentosa de sus gobernantes. Lo que ocurrió, es historia conocida. Acá se pretende instaurar una situación similar, con las arcas llenas, pero mal administradas. Un cambio social implica muchos sacrificios, pero este “Socialismo del Siglo XXI” ya comienza a incomodar al soberano. Los índices de vida van en franca caída (y caída libre, sea dicho de paso). Todos los grandes logros de este gobierno se desmoronan y aquel venezolano, que en su modesto trabajo, única fuente de sus ingresos para levantar a su prole, ante tanta fatalidad, comienza a ver a “los infortunios de la virtud”, y a esperar la primera oportunidad para corromperse, porque lo que le enseña la desviada praxis de nuestro país, es que “el corrupto” es el que llega a la meta tan ansiada: “vivir decentemente” y sin limitaciones.
FRANCISCO G. FRANCO DORTA