LO EXPLICO:
Una ilusión se monta sobre falsas percepciones. Es cuando Ud. "ve" lo que no existe, "escucha" lo que no oye, o "entiende" lo que no le han dicho -siendo esta última la más peligrosa de todas- Y sucede, amigo o enemigo, que Ud. puede enamorarse de una ilusión y allí sí que el mundo se le embochincha. Trátese de una mujer-u hombre en el caso femenino-, lugar del mundo o ideología política, Ud. puede caer bajo un enamoramiento que lo embruje y resulta que todo es falso porque partió de erradas percepciones. ¡Se lució Ud. entonces, lector, si eso le ocurre, y su lucimiento no es precisamente por lúcido!
LO VINCULO:
Por ejemplo puede Ud. enamorarse de una revolución que no es, o de un revolucionario que tampoco. O de una oferta -¿por qué no?- que nunca se concreta. Hablemos del "Socialismo del Siglo XXI". Como aquí nadie lo ha definido -y no me vengan con el cuento de que "socialismo siglo XXI es lo que estamos haciendo", ó "según vaya ocurriendo lo iremos definiendo"- entonces cada cual lo entiende como le viene en gana. Como en cada uno la ilusión es distinta -según sea su percepción de lo que piensa y le ofrecen- aparece entonces la desilusión, el desencanto y el "des-enamoramiento". Se acabó lo que se daba pues, y al inicial embrujo lo sustituye la calentera.
ASÍ ANDO YO
Estoy bravo, sí. Como todos los que se encariñan con lo que no es o no va siendo; ando echando chispas y dispensando ternos impublicables como: ¡Coño! ¡Carajo! ¡No joda! Quiero acción; obra realizada y no consignas; realizaciones, resultados, mejoras permanentes y no operativos que duren lo que un caramelo en comunión de párvulos; ni "misiones" de las que al tiempo sólo queda el nombre y unos burócratas medrando. Quiero Gobierno que gobierne. Ejecutivo que ejecute.
Funcionarios que funcionen y no me hagan la vida más difícil. Quiero Paz, tranquilidad, futuro; en fin: la mejor vida que me pintaron y no aparece. (Ah, por cierto, también quiero una revolución decente) ¡Y la quiero ya!
CONCLUYO
El enamoramiento se agotó porque no está el ilusionista. Desmontemos los restos de ilusión que queden (la de las falsas percepciones); trabajemos sobre realidades y desarrollemos un Humanismo posible que sea eficaz, eficiente y efectivo. ¿Clarito? ¿O todavía no? ¡Mi color de pelo impone urgencias al Tiempo!
Estoy bravo, sí. Como todos los que se encariñan con lo que no es o no va siendo; ando echando chispas y dispensando ternos impublicables como: ¡Coño! ¡Carajo! ¡No joda! Quiero acción; obra realizada y no consignas; realizaciones, resultados, mejoras permanentes y no operativos que duren lo que un caramelo en comunión de párvulos; ni "misiones" de las que al tiempo sólo queda el nombre y unos burócratas medrando. Quiero Gobierno que gobierne. Ejecutivo que ejecute.
Funcionarios que funcionen y no me hagan la vida más difícil. Quiero Paz, tranquilidad, futuro; en fin: la mejor vida que me pintaron y no aparece. (Ah, por cierto, también quiero una revolución decente) ¡Y la quiero ya!
CONCLUYO
El enamoramiento se agotó porque no está el ilusionista. Desmontemos los restos de ilusión que queden (la de las falsas percepciones); trabajemos sobre realidades y desarrollemos un Humanismo posible que sea eficaz, eficiente y efectivo. ¿Clarito? ¿O todavía no? ¡Mi color de pelo impone urgencias al Tiempo!
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